Suspensoterapia y poleoterapia

Poleoterapia. Tratamiento fisioterápico por medio de unas máquinas simples que son las poleas. Las poleas son máquinas simples constituidas por una rueda provista de un eje que le permite girar libremente y con una llanta de forma apropiada para que pueda arrastrar o ser arrastrada por una correa, cuerda o cadena. Las poleas permiten cambiar la dirección de una fuerza sin variar su magnitud.





La poleoterapia estudia los métodos de reeducación activa o pasiva con circuitos constituidos por poleas, que en este caso se utilizan para modificar la orientación de la fuerza exterior aplicada, contra la que debe oponerse un determinado grupo muscular. Esta fuerza, por un juego inverso de poleas, puede ser capaz de ejercer una tracción sobre las palancas articulares de esos mismos músculos.

Ventajas que aporta la poleoterapia

Con este tipo de tratamiento realizamos una movilización activa, resistida y pasiva. Se pueden combinar con suspensiones o sin ellas, según sea la articulación en la que se aplique el tratamiento. Las movilizaciones mediante la aplicación de poleas presentan una serie de ventajas que las convierte en el tratamiento de elección en un gran número de casos:
  • La fuerza externa aplicada es fácilmente regulable y medible.
  • Se pueden desarrollar casi todos los movimientos articulares.
  • Gran comodidad de aplicación tanto para el paciente como para el fisioterapeuta.
  • El tratamiento es individualizado.
  • La instalación es poco costosa y de fácil aplicación.

Principios físicos

La poleoterapia se sustenta sobre unos Principios físicos basados en la definición de polea: máquina simple en la que la cuerda actúa de eje que transmite la tensión aplicada. Para el estudio de las fuerzas que aparecen en los sistemas de poleas seguiremos la nomenclatura tradicional de las máquinas simples: la fuerza exterior es la resistencia que se iguala o vence con una potencia. El propósito de las máquinas simples, en genera, es multiplicar la fuerza. El cociente entre resistencia y potencia es la ventaja mecánica: si es mayor que 1, la resistencia igualada es mayor que la potencia aplicada, esto es, vamos ganando. Una polea fija tiene una ventaja mecánica de 1, es decir, potencia y resistencia son iguales en magnitud. Teniendo en cuenta que se utilizan poleas cuyo movimiento sobre el eje se efectúa sin resistencia y, por lo tanto, la transmisión de fuerzas es integral, se planteará:
  • Si la polea está sujeta al techo, y de cada uno de los extremos de la cuerda se suspende una resistencia de 1 Kp, se conseguirá el equilibrio, y la fuerza que soporta el gancho de la polea es de 2 Kp.
  • Se puede conseguir también el equilibrio atando al suelo el extremo correspondiente a la resistencia; en este caso es la propia tensión del cable quien equilibra la resistencia, ejerciendo una fuerza de 1 Kp. Por tanto, el eje de la polea fija soportará 2 Kp.
  • Utilizando una polea fija y una móvil, con un peso de 1 Kp aplicado sobre la polea fija, se podrá equilibrar una fuerza de 2 Kp suspendidos en la polea móvil. Esto es el principio de la palanca, que en teoría permite multiplicar indefinidamente una fuerza si se emplea en serie. En este caso, la resistencia es el doble que la potencia, esto es, tenemos una máquina de ventaja mecánica dos, en la que se consigue igualar una fuerza doble de la aplicada.

Circuito de poleas: la primera polea

Se entiende como Circuito de poleas a la instalación realizada con una, dos o tres poleas, sobre las cuales pasa una cuerda con un extremo enganchado en una palanca articular, mientras que en el otro extremo tiene un peso suspendido. El circuito de poleas permite realizar una movilización activa contra resistencia en la primera fase del movimiento. Para volver a la posición inicial los músculos agonistas han de realizar una contracción cinética excéntrica. El número de poleas utilizadas estará en relación con la longitud de la cuerda de tracción y del lugar en que se coloque el desplazamiento de los pesos. La posición de la primera polea debe ser determinada de manera precisa para que el movimiento contra resistencia se realice de forma perfecta. Con estos circuitos se pueden efectuar:
  • Movilizaciones activas resistidas.
  • Movilizaciones activas asistidas.
  • Movilizaciones pasivas.
La primera polea será la más próxima al segmento movilizado, debe determinarse con precisión a fin de que el trabajo se efectúe en las mejores condiciones de resistencia, de tracción o de ayuda, según el tipo de movilización que se realice. Estará colocada en el plano de desplazamiento del segmento, esto es, sobre la superficie horizontal sobre la cual se desplaza el segmento móvil. Para determinar mejor la posición de la primera polea, existen 3 posiciones tipo:
  • Polea al inicio del movimiento.
  • Polea colocada sobre la perpendicular a la bisectriz del ángulo de movimiento.
  • Polea colocada al infinito (5 ó 6 metros) del punto de partida del movimiento.
Una vez elegida la ubicación de la primera polea, se tendrá en cuenta:
  • Si se opone una fuerte resistencia a la contracción muscular se hace necesaria la fijación del segmento proximal de la articulación que se va a movilizar.
Ejemplo: movilización de una articulación intermedia como rodilla o codo, se fijará el muslo o brazo.
  • El cabo de enganche del circuito de poleas debe estar fijado a la porción distal del brazo de palanca de la articulación movilizada.
  • El ángulo de movilidad de la articulación debe ser bien conocido por el fisioterapeuta.
  • Cuando el miembro ha cumplido su movimiento activo contra resistencia, efectúan sus músculos agonistas una contracción cinética concéntrica y después recupera su posición de partida; esta segunda fase motriz es ayudada por el movimiento de descenso del peso y puede representar una verdadera movilización pasiva pura si el músculo no reprime el movimiento. Cuando el músculo agonista reprime el movimiento efectúa una contracción cinética excéntrica.
En los sistemas de poleoterapia tanto la suspensión como la resistencia por medio de las poleas que aplicamos se utilizan en las extremidades corporales y segmentos determinados de las mismas, sobre las que se ejerce un efecto importante y se obtiene una movilización en condiciones muy especiales.

Ejemplos de poleas


Ejemplo de Poleoterapia
A continuación diferentes ejemplos de poleoterapia en diferentes articulaciones:
En miembro superior y más concretamente en la articulación del hombro (página siguiente) los movimientos a realizar son muchos y variados: abducción adducción en decúbito prono y supino respectivamente, flexo-extensión con un ángulo de movilidad elevado. También se puede conseguir la rotación externa o interna del hombro, aunque con más dificultad y limitación en la colocación de los pesos y poleas pero de todas formas es realizable. El codo está más limitado a la flexo-extensión.
En cuanto al miembro inferior destaca la articulación de la cadera, que al igual que la del hombro en el miembro superior, al ser las más proximales de sus respectivas extremidades, las más potentes, las que cuentas con más musculatura y mayor grado de libertad de movimientos, tienen más movimientos para realizar: flexo-extensión, abducción-adducción y sus respectivas rotaciones internas y externas.

Indicaciones y contraindicaciones

Generalmente, las indicaciones del tratamiento fisioterápico utilizando un sistema peso-polea van ligadas a los tipos de lesiones que presentan una pérdida de potencia muscular y recorrido articular, por lo que se aplica actualmente con más frecuencia en afecciones del aparato locomotor. Suelen ir asociadas a la utilización de suspensiones; así junto al aumento de potencia muscular con estas técnicas combinadas se favorece el incremento del ángulo de movilidad articular; además la utilización de la poleoterapia es fundamental en la coordinación y el control de los movimientos que se consiguen por medio de la repetición rítmica, para la realización de movimientos combinados en distintas extremidades con el fin de llegar a crear verdaderos esquemas de movimiento. Por tanto, la poleoterapia estará indicada en:
  • Secuelas de traumatismos osteoarticulares y musculares
  • Desarrollo de la conciencia motora y favorecimiento de respuestas voluntarias
  • Atrofias miógenas y neurógenas
  • Rigideces articulares y lesiones ligamentosas
  • Paresias musculares, centrales y periféricas
  • Procesos artríticos y artrósicos
  • Miositis.

Las contraindicaciones son muy limitadas, al igual que ocurre con la suspensionterapia: fracturas recientes y anquilosis, situaciones en las que el paciente no está capacitado mentalmente para la elaboración del movimiento y, sobre todo, cuando no tenga voluntad de realizarlo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Uso de medios auxiliares para la marcha

Cinesiterapia especifica